Volviendo al tema de nuestra incumbencia, mientras no tenía nada que diseñar se me ocurrió la posibilidad de adaptar la base de mi dragón a todos los tipos de dragón que apruebo. Nada original, nada realmente creativo, pero funcional (dado que necesito mis dragones). En fin, me tomó más trabajo del que debiera, no sé por qué (Dado que el resultado no es tan complejo como se esperaría considerando el tiempo que el invertí).
Por si alguien no recuerda mi maravilloso dragón occidental, he aquí el vínculo a la entrada que escribí para él. OH GRAN VINCULO
En fin, preséntoles las últimas dos adiciones a mi catálogo de modelos reproducibles indefinidamente.
Wyvern
El primer dragón que apruebo sistemáticamente es un dragón de cuatro extremidades. Para esto, habría de tomar la base y reducir su complejidad. Ahora, como pueden ver, el proceso para adaptar el modelo requirió cierta perdida de detalles en el cuello. Sin embargo, la longitud que este alcanza logra recuperarlos de nuevo. Trueque de detalles en la estructura por detalles en el plegado.
Ahora les seré sinceros. Estructurar el cuerpo fue necesario, porque la parte realmente más divertida de esta serie de modelos fue reestructurar la cabeza para adaptarla al nuevo dragón. Para este caso, buscaba una cabeza cuya principal característica fuera que tuviera dos cuernos muy grandes que apuntaran hacia atrás, y utilizar todo el papel sobrante para darle complejidad a la cabeza. Las tres puntas alineadas al eje permanecen, pero alrededor de estas las puntas de los ojos se han transformado en puntas secundarias, los que eran picos centrales son ahora pequeños cuernos atrás de los ojos, y los otros dos cuernos se han fusionado en el cuerno grande que tenemos ahora.
En otro aspecto, este wyvern toma una forma un tanto serpentina. No puedo decir que me desagrada, de hecho, tiene una forma bastante coherente. Sin embargo, tengo que admitir que no era el resultado que planeaba en primera instancia.
Oriental
El otro dragón al que le tengo profundo respeto es al dragón oriental. Y para este caso, el cambio que había que realizar es un poco más drástico. Si bien el dragón del que partimos en primera instancia puede prescindir de un par de patas y transformarse en otro completamente diferente, desaparecer sus alas (su característica más prominente) resulta un tanto más drástico. Y de hecho, si bien la estructura del dragón oriental es más sencilla que la de los otros dos, eliminar las alas resultó un problema ridículamente grande. Por supuesto, abandoné el proyecto, porque soy la persona más responsable del mundo. Y no lo hubiera retomado si no hubiera sido porque ayer trataba de diseñar una lagartija, y me encontré de pronto con el CP del dragón oriental que no había podido diseñar.
De nuevo, la cabeza fue la parte más divertida de diseñar. El rió para separar los bigotes del resto de la cabeza fue sumamente entretenido, y durante el proceso, conocimos una punta residual de las patas que iba a parar a la cabeza y le otorgaba una lengua muy atractiva al dragón. Como pueden ver, prescindimos del patrón de escamas en la pierna, que era el que realmente nos estaba causando problemas. Ese patrón es recuperado por los costados totalmente “escamables” que vemos en el CP.

En fin, últimamente he estado tratando de diseñar cosas porque se ha vuelto sumamente divertido. Sin embargo, por alguna razón tengo un bloqueo natural para doblarlas. El punto imagino que será simplemente no dejar de doblar.